ILUMINA MI ALMA UNA NUEVA FORMA DE PENSAR
GRACIAS POR SU VISITA DIOS PADRE TE BENDICE
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amen
AVE MARÍA
Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Oración al comenzar un nuevo día.
Buenos días, Señor.
Un nuevo día que me regalas.
Gracias con toda la fuerza
de que soy capaz.
Gracias por este nuevo amanecer.
Gracias por este nuevo empezar.
Gracias por tu presencia
que me acompañará en toda la jornada.
Quiero comenzar este nuevo día
con entusiasmo,
con alegría reestrenada,
con ilusión nueva.
Me da seguridad el saber
que Tú estas a mi lado:
en mi familia, en mis amigos,
en la gente con la que me voy a encontrar,
en mi propia persona.
Te ofrezco mi trabajo de este día.
Que mi esfuerzo sea fecundo,
sirva para la felicidad de los demás
y me ayude a encontrar mi propia paz.
Que, con mi trabajo, mi día sea un pedacito
del mundo que busco y sueño.
Ayúdame a llenarlo de entrega y amor.
Señor, que hoy viva de tal manera
que cuantos se acerquen a mi
descubran tu presencia y tu ternura.
Buenos días, Señor.
Oración de la noche
Padre mío, ahora que las voces se silenciaron
y los clamores se apagaron, aquí al pie de la cama
mi alma se eleva hasta Tí, para decirte:
Creo en Tí, espero en Tí, te amo con todas
mis fuerzas, Gloria a Tí Señor.
deposito en tus manos, la fatiga y la lucha,
las alegrías y desencantos de este día
que quedó atrás.
Si los nervios me traicionaron, si los impulsos
egoístas me dominaron, si di entrada al rencor
o a la tristeza, ¡Perdón, Señor!. Ten piedad de mí.
Si he sido infiel, si pronuncié palabras vanas,
si me dejé llevar por la impaciencia.
Si fui espina para alguien ¡Perdón, Señor!.
No quiero esta noche entregarme al sueño, sin sentir
sobre mi alma la seguridad de tu misericordia,
tu dulce misericordia, enteramente gratuita, Señor.
Te doy gracias, Padre mío, porque has sido la sombra
fresca que me ha cobijado durante todo este día.
Te doy gracias porque, invisible, cariñoso, envolvente,
me has cuidado a lo largo de estas horas.
Señor, a mi alrededor ya todo es silencio y calma.
Envía el ángel de la paz a esta casa. Relaja mis nervios
sosiega mi espíritu, suelta mis tensiones,
inunda mi ser de silencio y serenidad.
Vela sobre mí, Padre querido, mientras me entrego
confiado al sueño, como un niño que duerme
feliz entre tus brazos.
En tu nombre Señor, descansaré tranquilo.
Amé.
Señor, hazme un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, siembre yo amor;
donde haya injuria, perdón;
donde haya duda, fe;
donde haya tristeza, alegría;
donde haya desaliento, esperanza;
donde haya sombras, luz.
¡Oh, Divino Maestro!
Que no busque ser consolado sino consolar;
que no busque ser amado sino amar;
que no busque ser comprendido sino comprender;
porque dando es como recibimos;
perdonando es como Tú nos perdonas;
y muriendo en Ti, es como nacemos a la vida eterna.
RECUERDO DEL PADRE VICENTE HOGAR MADRE DE DIOS CRISTO REY SAN JOSE COSTA RICA.
Oración por la Paz en la Familias
Señor quiero proclamarte a ti
Como Señor y Salvador de mi hogar,
Quiero que seas el Rey de mi casa
Y de mis seres queridos.
Entra en mi hogar
Y toma posesión de él,
Para que ningún mal se haga presente
En mí y en mis seres queridos.
Protege mi hogar
De las personas violentas
Y de todo lo que pueda alterar
La armonía familiar.
Que en mi casa no haya lugar
Para la agresividad, la tristeza
La envidia, los celos, la venganza
La desconfianza, el egoísmo.
Que mi hogar
Sea un espacio de verdadera paz,
Una paz que se comunique, que se contagie,
Que debilite todo impulso negativo.
Y pongo en tus manos
Todos mis seres queridos.
Libéralos de toda ira desenfrenada,
Dales un espíritu de fraternidad,
de diálogo, de comprensión,
de amabilidad,
para que sean siempre
instrumentos de paz,
para que venzan el mal con el bien.
Que a través de ellos
Sea tu Paz Divina la que se transmita.
Tómalos, Señor, con tu amor
Y derrama tu Gracia
A través de sus palabras y acciones.
Arranca de ellos
Toda palabra irónica,
Toda reacción que lastime a los demás,
Toda actitud hiriente.
Dales fortaleza y paz
Para resistir y enfrentar
Cualquier dificultad sin alterarse.
Libéralos de toda violencia
Con la serena acción de tu Espíritu.
Amén.
SEÑOR, TÚ QUE TE HAS DIGNADO REDIMIRNOS Y HAS QUERIDO HACERNOS HIJOS TUYOS, MÍRANOS SIEMPRE CON AMOR DE PADRE Y HAZ QUE CUANTOS CREEMOS EN CRISTO, TU HIJO, ALCANCEMOS LA LIBERTAD VERDADERA Y LA HERENCIA ETERNA.POR NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO AMEN
Jesús Eucaristía:
Venir a Visitarte, me colma el alma de alegría
inmensa, porque es venir a conversar con el
Amigo, porque es venir y colmarse de luz, de
paz y de un gozo que no me cabe en el alma.
Venir a visitarte, y postrarme a tus pies
es para mí causa de inmensa honra, pues me
siento más favorecido que si uno de los grandes
de este mundo me concediera audiencia y me
otorgara toda clase de favores.
Y es natural que mi alma se dilate en ese gozo
santo, al sentirme cerca de ti, Jesús Eucaristía,
al experimentar que bondadosamente me amas y que
te agrada que venga a visitarte.
¡Que gozo! ¡Que alegría! ¡ Que inmenso júbilo
poder estar aquí en tu presencia! Jesús Eucaristía.
Es el gozo de quien sabe que está junto a su
Redentor, cerca de Aquel que todo lo puede, todo
lo sabe y que desea curar nuestros males, aliviar
nuestras heridas y derramar su consuelo divino en
nuestros corazones.
Es un gozo que supera toda alegría humana, porque
simplemente es el gozo de Dios, que se comunica
con plenitud a nuestras almas.
¡Gracias, Jesús Eucaristía! Mil gracias por
concederme esta alegría íntima y profunda de
vivir estos momentos de oración cerca de Ti,
bajo el influjo de tu amor misericordioso que
nos ama, nos purifica y nos santifica.
¡Un momento cerca de ti, vale más que miles de
años lejos de tu santificadora presencia.
¡Te amo, Jesús Eucaristía! y gracias por permitirme
vivir estos momentos cerca de ti.
Amén.
ORACIÓN POR LOS SIETE DONES
Bendito Espíritu de Sabiduría, ayúdame a buscar a Dios. Que sea el centro de mi vida, orientada hacia Él para que reine en mi alma el amor y armonía.
Bendito Espíritu de Entendimiento, ilumina mi mente, para que yo conozca y ame las verdades de fe y las haga verdadera vida de mi vida.
Bendito Espíritu de Consejo, ilumíname y guíame en todos mis caminos, para que yo pueda siempre conocer y hacer tu santa voluntad. Hazme prudente y
audaz.
Bendito Espíritu de Fortaleza, vigoriza mi alma en tiempo de prueba y adversidad. Dame lealtad y confianza.
Bendito Espíritu de Ciencia, ayúdame a distinguir entre el bien y el mal. Enséñame a proceder con rectitud en la presencia de Dios. Dame clara visión y decisión
firme.
Bendito Espíritu de Piedad, toma posesión de mi corazón; inclinado a creer con sinceridad en Ti, a amarte santamente, Dios mio, para
que con toda mi alma pueda yo buscarte a ti, que eres mi Padre, el mejor y más verdadero gozo.
Bendito Espíritu de Santo Temor, penetra lo mas intimo de mi corazón para que yo pueda siempre recordar tu presencia. Hazme huir del pecado y concédeme profundo
respeto para con Dios y ante los demás, creados a imagen de Dios.
EL SANTO ROSARIO
Misterios gozosos (lunes y sábado)
1. La encarnación del Hijo de Dios.
2. La visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel.
3. El nacimiento del Hijo de Dios.
4. La Presentación de Jesús en el templo.
5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo.
Misterios luminosos (jueves)
1. El Bautismo de Jesús en el Jordán.
2. La autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.
3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
4. La Transfiguración.
5. La Institución de la Eucaristía.
Misterios dolorosos (martes y viernes)
1. La Oración de Jesús en el Huerto.
2. La Flagelación del Señor.
3. La Coronación de espinas.
4. Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.
Misterios gloriosos (miércoles y domingo)
1. La Resurrección del Hijo de Dios.
2. La Ascensión del Señor a los Cielos.
3. La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles.
4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
5. La Coronación de la Santísima Virgen como Reina de Cielos y Tierra.
Oración tras el rosario
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Se reza con un rosario normal, de cinco misterios con 10 cuentas cada uno
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración Inicial (opcional): "Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y un mar de misericordia se abrió para el mundo entero.
Oh! fuente de vida, insondable Misericordia Divina, abarca al mundo entero y derrámaste sobre nosotros" (Diario, 1319).
Las tres oraciones de introducción (Padre Nuestro, Ave María y el Credo):
Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea Tu nombre, venga Tu reino
hágase Tu voluntad así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada dia
y perdona nuestras ofensas
así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre Señor.
Amén
Ave María
Dios te salve María, llena eres de gracia
el Señor es Contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de Tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores
Ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Credo
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
y en Jesucristo, Su único Hijo
Señor nuestro, que fué concebido por obra del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen, padeció bajo Poncio Pilato,
Fué crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos y a l tercer día
resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha del Padre Todopoderoso.
Desde ahí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica
la comunión de los Santos, el perdón de los pecados
la resurrección de los muertos y la vida eterna.
Amén
Luego con las cuentas del rosario normal se rezan 5 decenas. Cada decena en las cuentas grandes se comienza diciendo:
"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amado Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación por nuestros pecados y los pecados del mundo entero."
Y en las cuentas pequeñas del rosario se responde:
"Por Su dolorosa Pasión, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero". (diez veces)
Al terminar las cinco decenas se dice tres veces:
"Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero."
Al último, ésta Jaculatoria y la oración final:
(Oh Sangre y Agua que brotaste del Santísimo Corazón de Jesús como fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío.)
Oración Final (opcional): "Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia en sí Mismos. Amén" (Diario, 950).
Concluir con la Señal de la Cruz. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
Las promesas de Jesús para quien rece el Rosario de la Divina Misericordia
"Reza incesantemente este rosario que te he enseñado. Quienquiera que lo rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte".
"Por medio de este rosario obtendrás todo lo que me pides, si lo que me pides está de acuerdo con Mi voluntad"
"Cuando un pecador, por más grande que sea, rece este rosario con confianza y amor, llenaré su corazón de paz."
"Quiero que Mis sacerdotes recomienden el rezo de este rosario como última esperanza de salvación, por los pecadores"
"Cuando se rece este rosario al lado de un moribundo, me pondré entre Mi Padre y el alma del agonizante como un Redentor Misericordioso."
"Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen este rosario; las entrañas de Mi Misericordia se estremecen por quienes lo rezan".
"Hija Mía, me son muy agradables las palabras de tu corazón y por el rezo del rosario de la Misericordia acercas a Mí a la humanidad entera".
"Hija Mía, anima a las almas a rezar el rosario de la Misericordia que te he enseñado. A quienes lo recen les daré lo que me pidan. Cuando lo recen los pecadores empedernidos, colmaré sus almas de paz y la hora de su muerte será feliz... Proclama que ningún alma que ha invocado Mi Misericordia ha quedado defraudada ni ha sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en Mi bondad".
(De las revelaciones de Jesús a Santa Faustyna Kowalska).
No cabe más clara manifestación de cercanía y disposición de acoger en Su seno a toda la humanidad. Jesús se desborda en Misericordia, especialmente con aquellos que estando alejados de Él, vuelven a Él sus ojos y su corazón, aquellos que habiéndole ofendido regresan arrepentidos a Sus brazos. Siempre los encontrarán abiertos como los de una madre, no para reprender ni castigar, sino para abrazar y estrechar al hijo contra Su corazón, cubrirlo de ternura y de besos y darle todos los tesoros de Su casa. Ésa es la esencia del Padre y ésa es la misión del Hijo. Ser Misericordioso como Su Padre Celestial es Misericordioso. Sólo pide confianza en Su Palabra y abandono en Su Misericordia.
Oración por la educación de los hijos
Padre del cielo,
estamos preocupados por nuestros hijos.
Por la educación que debemos darles.
Nos han dicho que debemos vivir cerca de ellos y,
también, saber alejarnos a tiempo,
educarlos con fortaleza y amarlos sin imposiciones.
Vemos que se nos escapan, Señor,
y por eso te los confiamos una vez más,
sin abdicar de nuestra misión de padres.
Nuestro amor es nuestra fuerza,
por eso nos mantenemos unidos los dos,
para que nuestros hijos vivan también unidos
y sean semejantes a nosotros.
No permitas que se desvíen.
Escucha nuestros horizontes
a fin de que sepamos darles espacio para vivir libres.
Que por afán de ganárnoslos,
no seamos cómplices de sus debilidades.
Te lo pedimos a ti,
fuente de todo amor,
que vives y reinas por los siglos
de los siglos.
Amén